Shoping en Paris

Shoping en Paris

¿Qué puede ser más glamoroso que ponerse monón y salir de compras a
Champs Elysees? Digo, no vayan ustedes a creer que todo el día iba a
ser dedicado al capitalismo. También entramos al teatro de Opera,
llegamos al arco del triunfo y hasta comimos en la versión francesa de
McDonalds, el Quick.

Como anécdota curiosa del día confesaré que hicimos como diez
minutos de cola para entrar a Lui Vuton, o como diablos se escriba,
porque la neta es indignante estar parado afuera de la tienda y ver
como gente sale pero no más no entra. Nunca sabré si el cadenero ese
no más estaba esperando que nos desesperáramos, porque tan pronto
como nos desformamos el sujeto dejó entrar a la gente. Por mí que se
queme él y toda su tienda que para mi roba a la gente con la misma
burra revolcada desde hace años.

Como sea, al final yo sólo me compré un cinturón (pensando en hong
kong), pero al final se balanceó con todas las compras de Alex porque
los precios estaban re-buenos.

Seguimos nuestro recorrido relajadamente. Entramos a un barecillo a
refrescarnos con una cerveza y a ver el final del partido de holanda,
que por cierto qu golazo. Caminamos un poco más y encontramos una
tradicional tienda de vinos donde por fin averiguamos cuánto costaba
una fina botella francesa. fiu!

Antes de subir al metro para regresar a Bagnolet (nuestra colonia
adoptiva) encontramos una auténtica joya, La cure gourmande. Realmente
me sentí como niño en dulcería... bueno es que en relidad era una
dulcería. Pero estaba llena de detalles y toda las presentaciones de
producto estaban para tomarle foto, de hecho lo hice.

Y bueno no queda más que decir que llegamos al hotel a empacar,
brindar por un gran viaje y ver el dramático triunfo de Uruguay, tan
dramático como los esfuerzos de Alex por empacar todo.

Nos vemos en casa.

B.

PD: este mail fue enviado desde McDonalds a cambio de un delicioso
frappé de pistache.

Enviado desde mi iPod